
Tradición, sabor y fiesta en cada plato
Hay comidas que no se olvidan fácilmente, y el menú de sidrería es un buen ejemplo de ello. Originarios del País Vasco y presentes hoy en muchas zonas del norte de España, los menús de sidrería combinan productos sencillos pero de calidad, con una cocina honesta, potente y celebratoria, que invita a compartir, mojar pan y levantar la copa una y otra vez.
En este artículo de LaCasadelaCharito te contamos qué platos componen un auténtico menú de sidrería, cómo se estructura, qué los hace especiales y cómo puedes recrearlos en casa para una comida de las que dejan huella.
🧀 ¿Qué es exactamente un menú de sidrería?
El menú de sidrería tradicional es un menú cerrado y contundente, servido en ambientes rústicos, donde la estrella es la sidra natural servida directamente desde la kupela (barrica). Se disfruta de pie o en largas mesas compartidas, en un ambiente relajado, ruidoso y lleno de aroma a brasa.
No hay primeros, segundos ni postres como tal: los platos llegan por orden, al centro de la mesa, y se comparten entre todos.
🍽️ Platos que componen un menú de sidrería
Aunque puede variar ligeramente según la casa, un menú de sidrería clásico incluye:
🌶️ 1. Chorizo a la sidra
Un comienzo sabroso y potente. El chorizo cocinado lentamente en sidra natural se sirve caliente, jugoso y con pan para mojar. Un aperitivo que despierta el apetito y anticipa que lo que viene será aún mejor.

🥚 2. Tortilla de bacalao
Jugosa, con bacalao desalado, cebolla y huevo justo cuajado. Un imprescindible del menú.

🥗 3. Bacalao frito con pimientos verdes
Crujiente por fuera, suave por dentro, acompañado de pimientos fritos y pan rústico.

🥩 4. Txuleta o chuletón de vaca vieja
La reina del menú. Carne al punto, con grasa infiltrada y sabor profundo, cocinada a la brasa o a la plancha con sal en escamas.

🍎 5. Queso, nueces y membrillo
El colofón perfecto. Queso curado (normalmente Idiazabal), nueces enteras para cascar y un buen trozo de dulce de membrillo casero.

🍾 La sidra: alma del menú
La sidra natural vasca no se sirve como un vino o una cerveza: se “escancia” directamente desde la kupela, y se bebe en vaso ancho, en tragos pequeños. No lleva gas añadido, tiene una acidez refrescante y limpia el paladar entre bocado y bocado.
Durante la comida, los comensales se levantan al grito de “¡Txotx!” para ir a servirse un culín fresco directamente del tonel. Es parte de la experiencia.
🏡 ¿Y si lo haces en casa?
Recrear un menú de sidrería en casa no es solo una comida, es una celebración. Reúne a amigos o familia, prepara los platos con tiempo, sírvelos en el orden tradicional y acompaña con una buena sidra natural bien fría.
No hace falta tener barricas: basta con crear ese ambiente de mesa compartida, charlas largas, comida al centro y muchas ganas de disfrutar.
«Un menú de sidrería no se come: se celebra. Es cocina de fuego, de cuchara y de brindis. Tradición vasca que también se disfruta en casa.»
